La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo
Fundada en 1986, La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, está formada por casi un centenar de ONGD y 17 coordinadoras autonómicas que, en total, suman más de 550 organizaciones dedicadas a la cooperación internacional y a la ayuda humanitaria. Desde 1998 cuenta con un Código de Conducta de obligado cumplimiento para todas las organizaciones miembro.
La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo tiene como objetivo fomentar el trabajo en red de las organizaciones miembro y defender la política pública de cooperación, de la que las ONGD forman parte como actor relevante. Representa ante la sociedad, las administraciones públicas y otras instituciones externas sus valores y demandas comunes. Fortalece las iniciativas conjuntas de sus organizaciones dándoles apoyo y asistencia; y facilita su trabajo conjunto a favor de una cooperación internacional para el desarrollo transformadora, que defienda los derechos humanos y la justicia social global.
La Coordinadora ofrece análisis sobre los desequilibrios internacionales, información desde los países en los que trabajan y propuestas para participar en la construcción de un mundo justo igualitario y sostenible. Sus líneas principales de trabajo son:
Incidencia política por la defensa de la política pública de cooperación trabajando como interlocutores de las Administraciones Públicas y los distintos gobiernos.
Campañas: este trabajo se realiza en estrecha colaboración con movimientos sociales, sindicatos y otras organizaciones con las que se crean alianzas por el cambio social y político.
Formación y recursos a las ONG para el Desarrollo y para el público interesado en cuestiones relativas al desarrollo.
Integración en redes nacionales e internacionales de trabajo a favor de la justicia social global.
Promoción de la autorregulación, la transparencia y la ética de las ONG para el Desarrollo.
Actuaciones con miles de organizaciones en todo el mundo y con millones de personas que están convencidas de que es posible. Cambiar las reglas que rigen el mundo y que arrojan a millones de personas a la pobreza.
