El tifón Rai –también llamado Odette-, que impactó en nueve regiones de Filipinas el 16 de diciembre, deja por el momento un balance de 375 personas fallecidas, medio centenar de desaparecidos y más de un millón ochocientas mil afectadas, según el último informe del Centro de Seguimiento e Información de Operaciones de Respuesta a Desastres (DROMIC, por sus siglas en inglés) dependiente del Gobierno filipino. Ante esta situación, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) destinará un monto total aproximado de 480.000 euros a paliar las consecuencias del desastre humanitario en Filipinas. De ese montante total, 250.000 euros están destinados a responder al llamamiento internacional realizado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) al respecto.
La Agencia ha activado también los convenios de emergencias que mantiene con la organización Acción contra el Hambre y con la Cruz Roja Española, para tratar de cubrir las necesidades básicas de parte de la población afectada de aquí a tres meses. Así, la AECID aportará 100.000 euros a la intervención de ACH en la región de Caraga, en la isla de Mindanao, hasta marzo de 2022 y 130.000 euros a la intervención de la Cruz Roja Española. Alimentos, agua potable, cobijo y saneamiento son las necesidades prioritarias en este momento, junto a la carencia por parte de las familias de los útiles básicos para cocinar y asearse.
En total, las ayudas tratarán de cubrir estos ámbitos alcanzando a más de 3.000 familias –unas 15.000 personas- y priorizando a aquellas desplazadas en centros de evacuación y con altos niveles de vulnerabilidad. Por el momento, todavía hay ciudades y poblaciones incomunicadas a las que no han podido acceder los servicios de emergencia locales o los equipos de ayuda internacional, por lo que se espera que los datos de personas afectadas aumenten en los próximos días.
