España ha enviado a Níger, desde la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), un avión con quince toneladas de material humanitario -1.800 mosquiteras, 540 mantas y 2.940 lonas de cobijo – para cubrir las necesidades de parte de la población nigerina afectada por las inundaciones en el país. La carga se entregó a su llegada a Niamey al Ministerio de Acción Humanitaria y Gestión de Catástrofes nigerino para su distribución.
El Gobierno español responde así al llamamiento de ayuda humanitaria internacional lanzado por el Gobierno de Níger. El envío cuenta con financiación de la Unión Europea a través del Departamento de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria (DGECHO). El valor total de la operación asciende a unos 120.000 euros.
Se trata de las inundaciones más graves sufridas por Níger desde 2012. Si entonces fueron unas 500.000 personas las afectadas, el pasado 14 de septiembre, la Oficina de Coordinación de la Acción Humanitaria de las Naciones Unidas (OCHA) ya estimaba en 516.251 el número de personas afectadas en ocho regiones del país; se habían notificado 69 víctimas mortales, más de 200.000 personas necesitadas de asistencia y se habían perdido 18.000 cabezas de ganado y 15.000 hectáreas de cultivo.
La Secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno Bau ha destacado que “Níger, uno de los países más pobres del mundo, es prioritario para nuestra cooperación”. Moreno Bau ha recordado que la ministra González Laya ostenta este año la presidencia de la Asamblea General de la Alianza para el Sahel, una plataforma de cooperación internacional lanzada en París en 2017 para la estabilización y el desarrollo de los cinco países del G5 Sahel, entre ellos Níger, que sufre constantes desplazamientos de población, inseguridad alimentaria y nutricional, a lo que hay que añadir la pandemia de la COVID-19 y, ahora, las inundaciones. “Por ello vamos a seguir prestándole nuestro apoyo”, ha concluido la Secretaria de Estado.
Las principales necesidades de la población en esta emergencia humanitaria son el refugio -dado el alto número de personas que han visto sus viviendas dañadas o destruidas-, y el agua potable y el saneamiento -para evitar que la población sufra enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera-.
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