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De leche a helados: más ingresos y más nutrición de la mano de mujeres emprendedoras en Mauritania

Cartón de leche

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La AECID apoya una lechería comunitaria que además contribuye a cambiar percepciones sobre el rol y autonomía de las mujeres en una aldea mauritana

En la aldea  Windé Hairé, a 8 kilómetros de Mbout,  al suroeste de Mauritania, sobre el desierto del Sahara, un grupo de mujeres de distintas edades ha logrado transformar su comunidad a través de un proyecto de lechería que ha resultado ser todo un éxito, resultado de un convenio entre la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y Cáritas Española, tiene como objetivo principal establecer las bases para la sostenibilidad de los avances logrados en proyectos anteriores.

Windé Hairé cuenta con algo más de 200 habitantes, de los cuales 149 son mujeres. La principal actividad económica en esta región es la ganadería, complementada con la práctica de la agricultura de secano que incluye el cultivo de sorgo, caupí, sandía y calabaza.

La lechería: Un espacio de aprendizaje y empoderamiento

La lechería comunitaria se ha convertido en un motor de cambio para estas mujeres, quienes han aprendido a pasteurizar la leche y fabrica leche cuajada, yogur y también helados ricos en calcio destinados a la nutrición de los niños. Esta actividad no solo ha mejorado la seguridad alimentaria de la comunidad, sino que también ha generado un espacio de reunión y cohesión social entre las mujeres, fortaleciendo sus vínculos y su capacidad organizativa. Este proyecto es un claro ejemplo de cómo la organización y el empoderamiento de las mujeres pueden transformar una comunidad.

Superación de barreras culturales y económicas

Al inicio del proyecto, los hombres de la comunidad mostraban cierta reticencia a que las mujeres trabajaran y tuvieran su propio espacio de autonomía. Sin embargo, con el tiempo, la situación ha dado un giro positivo: los hombres ahora reconocen y valoran el trabajo de las mujeres, especialmente porque el dinero generado por la lechería contribuye directamente al bienestar de sus familias. Este cambio de percepción ha sido crucial para el éxito del proyecto y ha fortalecido el rol de la mujer en la economía local.

Formación y liderazgo para la igualdad de género

Uno de los pilares fundamentales de este convenio es la capacitación de las mujeres y los jóvenes, quienes están en el centro de todas las actuaciones. Las mujeres han recibido formación en gestión y comercialización, lo que les ha permitido organizarse eficazmente y asegurar la prosperidad del negocio. La creación de una red de mujeres líderes y facilitadoras, apoyada por el proyecto, se espera que consolide aún más su papel como referentes en la comunidad, no solo en términos económicos, sino también en la defensa de derechos fundamentales como la salud materno-infantil y la igualdad de género.

Hacia una comunidad autosostenible y resiliente

Además de la producción lechera, el convenio “Fomento del desarrollo agrícola, la promoción económica sostenible y la gobernabilidad local con especial énfasis en la  mujer y la juventud” también promueve la diversificación de la producción hortícola y el acceso a alimentos de alto valor nutritivo, combinados con un enfoque de cadena de valor que facilita la creación de actividades económicas autosostenibles. El convenio cuenta con casi tres millones de euros, incluyendo la formación de jóvenes en el sector agrícola y el fortalecimiento de sus capacidades técnicas para mantener y operar equipos agrícolas. Este enfoque, que también incorpora medidas de adaptación al cambio climático, asegura que la próxima generación esté preparada para enfrentar los desafíos ambientales y económicos de la región.

Lo que comenzó como un proyecto con desafíos culturales se ha convertido en un éxito económico y social, fortaleciendo a las familias y asegurando un futuro más sostenible y equitativo para todos sus miembros.